13 de junio, día de san Antonio de Padua
Fernando Martim de Bulhöes e Taveira Azevedo nació en Lisboa, Portugal, el 15 de agosto de 1195. A los 15 años vistió el hábito de monje agustino, pero en 1220 se convirtió en fraile franciscano, tomando el nombre de Antonio.
Viajó predicando por Portugal, Francia e Italia, residiendo una parte de su vida en Padua, donde murió antes de cumplir 36 años, el 13 de junio de 1231.
En Guatemala es uno de los santos franciscanos de mayor difusión; patrón de pueblos, villas y ciudades; también de ríos, volcanes y quebradas; hay 165 registros de su nombre en el Diccionario geográfico de Guatemala, sin contar con las lotificaciones, barrios nuevos y tiendas que llevan este nombre.
Una de las representaciones más frecuentes es de joven imberbe; con tonsura; cargando al Niño Jesús; también puede llevar como atributos un libro y una azucena. El culto y devoción toma variadas fórmulas asociadas a la solicitud favores; la sandalia de san Antonio consite en que la persona debe hacer una plantilla de su pie sobre papel blanco; recortarla y colocarla bajo una estampa o imagen de san Antonio; concluye el ritual encendiendo una vela blanca. Debe realizarse siete veces, en día viernes y esperar los resultados en un día siete o múltiplo de siete. Sin embargo, si no se recibe pronta respuesta, debe continuar el ritual pero con la imagen al revés, con la cabeza hacia abajo.
El 13 de junio, las mujeres solteras y en busca de novio deben solicitar a 13 personas que cada una le regale una moneda de centavo. Al reunir los 13 centavos deben ir a un templo en el que haya una imagen o pintura de san Antonio; encienden una vela blanca, dan las monedas como ofrenda y piden como favor que les consiga novio. No sé si es efectivo o no.
En Guatemala las representaciones de san Antonio van desde pequeñas estampitas hasta magníficas esculturas de tamaño natural. El ejemplo es una talla en madera, de 30 centímetros de altura, en la que se representa a san Antonio cargando al Niño Jesús.
Esta pieza es una muestra excelente de la técnica de esgrafiado como decoración en los trajes. En el vestido del Niño se hizo la remoción de la capa superior de pintura, dejando expuesta la base de laminado en oro.
Técnica similar se aplicó en el traje de san Antonio, donde los rombos con decoración de flores se enmarcan con el fondo dorado.
El ojo izquierdo de san Antonio muestra cerca del lagrimal un faltante en la madera que expone parte de la base de vidrio. Debe considerarse que para colocar los ojos cortaron el rostro e hicieron la extracción necesaria para acomodar las piezas de vidrio, pintadas por el lado interior. Luego se pegó de nuevo el rostro y se aplicó la base para el encarnado.
Esta escultura es una muestra de la fina talla y decoración aplicada en la imaginería doméstica durante la primera mitad del siglo XVIII.