Via crucis
También conocido como el camino de la cruz, se considera una tradición franciscana a partir de 1686, cuando el papa Inocente XI concedió a la Orden de Frailes Menores el derecho de erigir estaciones en sus iglesias, ante la dificultad que representaba viajar a Tierra Santa, no solo por lo retirado, sino que era territorio bajo el dominio musulmán.
En Santiago de Guatemala fueron los hermanos de la Tercera Orden de San Francisco, hermanos terciarios, quienes en 1689 realizaron el trámite ante el Ayuntamiento para que se les concediera los terrenos para construir las capillas en la avenida que del Templo de San Francisco se dirigía al templo de El Calvario; este último, construido en 1618, servía como remate de la alameda al sur del templo de Nuestra Señora de los Remedios.
En el siglo XVII el recorrido simbólico por los lugares santos relacionados con el via crucis estaba compuesto por 12 estaciones; en Santiago de Guatemala se iniciaba en el templo de San Francisco el Grande; una fue construida en la esquina noroeste del complejo franciscano; hacia el sur, cerca de la esquina de la 9 calle está la estación VI.
Esta edificación es bastante sobria, presenta el vano de ingreso con un arco de medio punto, apoyado sobre elementos decorativos que simulan capiteles sencillos. El vano está enmarcado por pilastras con base almohadillada y capitel con volutas. En el remate hay una hornacina rectangular que en la base tiene la representación de un pequeño cerro formado por piedras, que sirve de base a una cruz de madera inclinada. Esta estación fue restaurada a mediados del siglo XX.
Al costado sur del convento de la Escuela de Cristo se encuentra la estación VII; de fachada similar a la estación anterior, presenta el fuste de las pilastras dividido longitudinalmente en dos secciones por una acanaladura rectangular; cada una de las secciones presenta una superficie estriada.
La estación VIII presenta la fachada similar a la estación VI, con el fuste de liso en las pilastras. Las estaciones VI a la VIII tiene la cruz inclinada.
En la alameda hay dos estaciones, la IX y X; la fachada de la estación IX tiene el fuste de las pilastras decoradas con diseños en forma de diente de sierra; en cada enjuta tiene un ramillete. El friso está compuesto por diseño geométricos; no tiene cruz en la hornacina del remate.
La estación X presenta una estructura similar a las anteriores, pero el fuste está decorado con diseños geométricos y la enjuta tiene un ramillete compuesto por guirnaldas; el friso con decoración geométrica asociada con abstracciones de flores. La cruz de la hornacina del remate está vertical.
La estación XI mantiene la sencillez de la primeras, la única diferencia en este momento es la aplicación pintura blanca en las pilastras.
El final del rezo del via crucis está en el templo de El Calvario; construido durante el primer cuarto del siglo XVII.
Las estaciones son utilizadas principalmente para la cuaresma; en la actualidad algunas presenta en el interior murales de manufactura contemporánea.