Arquitectura vernácula en San Miguel Ixtahuacán, San Marcos.

Casa de adobe y techo de lámina

Como arquitectura vernácula llamaremos a las diferentes construcciones que han sido proyectadas por los habitantes de una región, durante un tiempo determinado, aplicando el conocimiento empírico y la experiencia de las generaciones anteriores. Usualmente para este tipo de construcción se utilizan materiales disponibles en el entorno inmediato y el objetivo es generar microclimas dentro de las edificaciones, con el fin de obtener cierto grado de confort térmico y minimizar las condiciones de climas extremos. La arquitectura vernácula está compuesta por un tipo de edificación modesta, sencilla y nativa del medio rural, conformando la imagen mística, folklórica y turística de los poblados y comunidades.

El aspecto más importante está en que es un testimonio de la cultura popular, que pretende conservar los materiales y sistemas constructivos regionales, reflejando las tradiciones transmitidas de una generación a otra, con técnicas de construcción desarrolladas con la intervención de especialistas locales, generalmente autodidactas,  y han sido concebidas como una respuesta a las condiciones del medio ambiente, buscando sacar el mayor provecho de los recursos naturales disponibles con el fin de maximizar la calidad y confort de las personas. Tradicionalmente al cumplir su ciclo vital los materiales empleados deberían ser devueltos sin riesgo o contaminación ecológica al propio suelo. Sin embargo, en la actualidad se han dado ciertas modificaciones a estos principios por diversas razones, entre ellas la seguridad.

Casa con uso de teja en el techo, así como una cerca de malla de alambre

En el municipio de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, se encuentran algunos ejemplos de arquitectura vernácula construidos con muros de adobe. El adobe consiste en un bloque elaborado con una mezcla de lodo y pino, secado al sol. Se unen entre sí por medio de argamasa de lodo, que en años recientes ha sido reforzada con un poco de cal. El techo tradicionalmente era de paja y después se sustituyó por teja. A la superficie exterior del muro generalmente se le aplica un recubrimiento o capa de cal mezclada con agua, la que con el paso del tiempo se cae y deja expuesta la superficie de lodo seco. Los muros de la casa se apoyan sobre un cimiento corrido, generalmente de cincuenta o sesenta centímetros de profundidad, en el cual también se utiliza adobe como soporte principal.

Muros de abode visto y techo de lámina de zinc

El vano de la puerta y ventanas tiene una viga de madera, de perfil rectangular y acabado rústico, sobre la cual se apoya el último tramo de muro. Como remate superior está una pieza de madera que sirve de apoyo a las vigas que sostienen el techo. A pesar de que se cuenta con muros gruesos, los vanos son pequeños y escasos en las ventanas, lo que produce un interior oscuro y poco ventilado, pero funcional durante las épocas de frío, principalmente  cuando se ubican las construcciones en el parte aguas de la zona montañosa, ya que reciben mucha humedad por las nubosidad que se presenta en la tardes, noches y madrugadas.

El corredor sirve para resguardar herramientas y materiales de la intemperie

El diseño de las casas considera generalmente en el interior dos habitaciones o espacios, uno de los cuales es utilizado para las labores cotidianas y el otro como dormitorio. Generalmente para la cocina se construye un pequeño rancho a un lado de la casa. Es importante contar con un corredor en el frente o fachada principal, ya que sirve como un área de complemento para las actividades diarias, aprovechando la iluminación natural, así como el espacio techado para colgar ropa los días de lluvia y guardar temporalmente las cosechas. En estos corredores se utilizan columnas de madera de perfil cuadrado de 4 x 4 pulgadas, apoyados directamente sobre un pequeño cimiento debajo del nivel del piso. A pesar de que en algunos casos las columnas se apoyan sobre el nivel del piso, con la reciente moda de «cementar» el piso, la capa de concreto liviano cubre el extremo inferior de la columna, brindándole mayor solidez al quedar integrada a la fundición. La decoración de estas columnas brinda una vista atractiva a las fachadas, por medio de la aplicación de color a la madera. Los colores pueden variar, pero se acostumbra a utilizar colores básicos como azules, verdes, rojos, amarillos y el blanco. Puede complementarse la decoración de las columnas con una talla rústica en forma de rombo, a los tres cuartos de la altura. Sin embargo, las puertas y ventanas son los espacios que más se aprovechan como soporte para la expresión artística, elaborando variados diseños con temas de flores, aves, conejos, diseños geométricos o mezcla de varios elementos.

Puerta decorada

Ventana de madera con diseño de rombo

Durante los últimos diez años se ha sufrido un proceso de cambio acelerado en la arquitectura vernácula, ya que se sustituyó el adobe por block y lámina, así como en algunos casos se ha dado una mezcla de adobe con columnas y vigas de concreto y techo de lámina. Sin embargo, las remodelaciones y alteraciones de la arquitectura vernácula es un proceso natural de evolución que va a un ritmo generacional, en el que la alteración visual también va de acuerdo a la expansión comercial y la publicidad. Durante muchos años, principalmente entre 1990 y 2000, se produjo en la zona rural de San Miguel Ixtahuacán una fuerte alteración a causa de las remesas enviadas por los migrantes desde los Estados Unidos de Norte América, influyendo en algunos casos en la modificación del diseño de la planta de la casa, uso de ventanas y puertas de mayor tamaño, así como decoración pintada en la que se representan aves exóticas o símbolos ajenos a la idiosincracia nativa.

Puerta con decoración de jaguares