Cajas de distribución de agua
La ciudad de Santiago de Guatemala contó con un complejo sistema de distribución de agua que desde la segunda mitad del siglo XVI le permitió llevar el vital líquido desde tres diferentes puntos: Las Cañas, también conocido como San Juan Gascón, Pamputic y Santa Ana.
El sistema de abastecimiento de Las Cañas utilizaba los nacimientos de agua ubicados a los costados del camino real que de Santiago conducía a los Sacatepéquez y Mixco. El agua de los nacimientos era conducida a una toma o poza de captación, donde se introducía a un sistema de acueductos, subterráneos o sobre el nivel del suelo, que desde la segunda mitad del siglo XVI la llevaban hasta la ciudad.
El acueducto era interrumpido en puntos estratégicos por cajas desarenadoras, cuya función era además de facilitar la limpieza del vital líquido, controlar la velocidad y presión; al llegar a la ciudad se introducía el agua en un sistema de frágiles tubos de barro cocido que eran protegidos por un canal de ladrillo y piedra denominado ataujía; ésta a la vez era interrumpida por cajas de distribución, las que permitían regular la presión, redireccionar la tubería e interrumpir el paso del agua ante alguna eventualidad.
Actualmente, al desplazarse por la carretera que conduce de San Lucas Sacatepéquez hacia La Antigua Guatemala, al llegar a San Juan Gascón, después del ingreso al casco de la finca Cabrejo, del lado este de la carretera, a la izquierda, se observa una sección del acueducto de Las Cañas; construido con ladrillo y piedra, se puede apreciar los arcos que forman parte de esta obra hidráulica. Este acueducto pasa por Santa Inés de Montepulciano y luego ingresaba a Santiago cerca del puente de Matasanos.
Muchas de las cajas de distribución y ataujías no son visibles, ya que están bajo el nivel actual de la calle; pero algunas cajas se encuentran a los lados de las calles, muchas veces integradas a las edificaciones, por lo que pasan desapercibidas al vecino y visitante.
En la 3ra calle oriente, o calle de ingreso, entre 3ra y 4ta avenida norte, se puede observar una caja de distribución adosaba al muro de una casa. Parte de la conservación de la estructura ha sido mostrarla al visitante, por lo que se marca la diferencia al dejar expuestos los materiales con que fue elaborada.
Otro interesante ejemplo se puede apreciar en la7ma avenida entre 4ta y 5ta calles, contiguo al templo de San Agustín; al pararse frente al templo, vemos hacia el norte que a mitad de la cuadra la calle se hace más estrecha; hay una estructura que sirve como remate al resto de la cuadra; esa es la caja de distribución de agua del templo de San Agustín. La parte sur de esta cuadra es más ancha porque cuando dieron el solar a los agustinos para la construcción de su templo, se adaptó la calle con el fin de lograr un atrio directo, caso similar al del templo del Carmen.
En la esquina suroeste del templo de la catedral, conocida como San José Catedral, también hay una caja para distribución de agua. Es interesante notar que tiene dos azulejos cuadrados, de color crema, uno con el número 62 y el otro con el número 50; este último coincide con el número de identificación de la caja en el plano del levantamiento de ubicación de cajas de distribución de agua realizado en el siglo XIX.
Otro elemento que conformó esta red de distribución de agua en Santiago, entre los siglo XVI a XVIII, fueron las fuentes públicas; en el siglo XVIII funcionaron más de 30, constituyéndo un punto importante para la distribución a la población. De este tema platicaremos en otra presentación.
Si el agua era llevada desde las fuentes por gravedad, ¿Como se controlaban los rebalses en las tomas y no tener pérdidas significativas en las mismas ? ¿Existe algún estudio al respecto? Yo, que no soy ingeniero, tengo curiosidad al respecto.
El sistema de distribución era un circuito abierto, por lo que el agua que no se utilizaba iba al río Pensativo o bien se aprovechaba en algunas áreas de cultivo. Existen ordenanzas emitidas por el Ayuntamiento; se castigaba a quienes tenían pilas o fuentes y permitían que el rebalse del agua llegara a las calles, ya que esto afectaba a los vecinos; el agua usada o rebalse tenía que se dirigido por ataujía a un río. Un caso interesante se encuentra en la pila de la casa de peregrinos en la ermita de Nuestra Señora de los Dolores del Cerro, ya que por la altura definitivamente tuvo que tener abastecimiento de algún nacimiento que estaba arriba, en el cerro, por lo que el rebalse debió aprovecharse para surtir de agua la zona noreste del barrio de La Candelaria, así como los pueblecitos de los Dolores de Arriba y los Dolores de Abajo. Estos tres asentamiento mostraron un fuerte desarrollo durante el siglo XVIII, quizás por la facilidad de acceso al agua. Estoy preparando un estudio de este barrio, espero poder aportar más respuestas dentro de algunos meses. Saludos.