La concha en la Mesoamérica prehispánica
La concha es una cubierta formada principalmente por carbonato de calcio y tiene como función proteger el cuerpo de los moluscos; los de la clase Pelecypodea, también conocidos como pelecípodos, lamelibranquios o bivalvos, tienen un cuerpo que posee simetría bilateral y una concha compuesta por dos valvas unidas entre sí por una bisagra llamada charnela.
Los de la clase GASTEROPODEA también son conocidos como gasterópodos o caracoles; no tienen simetría bilateral, la concha es univalva y por lo general en forma de espiral.
Para trabajar la concha se utilizaron varias técnicas como el corte, perforado, desgaste y grabado; cada una fue aplicada con destreza y suavidad, dado la fragilidad del material, logrando artefactos de mucha delicadeza, generalmente con función cosmética o como ofrenda. Sin embargo, las conchas de caracol ofrecen un eje de enrollamiento, también conocido como columnela, que tiene mayor dureza, permitiendo la elaboración de artefactos como por ejemplo las orejeras de diario; estas fueron utilizadas por los hombres para mantener abierta la perforación que se realizaban en la parte inferior de la oreja, en la que colocaban las finas orejeras de jade cuando vestían elegantes.
Las conchas de caracol, cuando son grandes, brindan secciones de material calcáreo casi planas, las que fueron utilizadas como materia prima para la manufactura de aros, lisos o de orilla calada, de los que desconocemos la función específica y que algunos han dado en llamar pulseras, por la similitud a dichos artefactos modernos.
Si estos discos no eran cortados o calados en el centro podían utilizarse como medallones, algunos presentaron diseños grabados en bajo relieve con inciso medio y fino. Un ejemplo de este tipo de trabajo se muestra en la pareja de medallones con orilla cortada como si fuera una especie de engranaje moderno, presentando en el centro la figura de la cabeza de una serpiente en perfil izquierdo, con las fauces abiertas, de donde emerge un rostro humano en perfil izquierdo, con atributos celestiales, como el signo del planeta Venus en la frente.
Este medallón cuenta con un similar, solo que el diseño es como espejo, ya que muestra el perfil derecho en la cabeza de la serpiente y el rostro del humano.
Al observar los dos medallones juntos, en la fotografía inicial, es posible observar que los diseños son similares, pero no iguales, ya que presentan diferencias sutiles que hacen referencia a un concepto simbólico de transición entre joven y viejo, asociados a sol del amanecer y del atardecer.
Tanto la pareja de aros como los medallones muestran la capacidad artesanal para trabajar los artefactos siguiendo medidas y patrones de diseño repetitivos, la base se encuentra en una unidad de medida muy particular para la región de Mesoamérica, porque tenemos que recordar que para comprender nosotros estos artefactos no podemos utilizar centímetros o pulgadas más que como una referencia.
Algunas secciones de las conchas de caracol muestras pequeñas protuberancias naturales; éstas fueron aprovechadas por artistas y artesanos para resaltar algunas áreas, como en el caso del rostro que a continuación se presenta, en el que las protuberancias marcan el eje de simetría bilateral que permite visualizar las diferencias de la mitad derecha y la mitad izquierda; las proporciones se relacionan con el concepto de joven y viejo.
La concha es un material noble que fue de mucha importancia durante la época prehispánica en el sur de Mesoamérica; los gobernantes utilizaron faldas de conchas como parte del atuendo ceremonial.
Existe una amplia variedad de artefactos de concha de origen prehispánico en el sur de Mesoamérica; ojala que algún día pueda llevarse a cabo alguna especie de catálogo para tener una mejor referencia.