San Miguel Ixtahuacán, San Marcos.

Detalle del corredor de la casa parroquial de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos

Detalle del corredor de la casa parroquial de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos

La actual población de San Miguel Ixtahuacán tiene origen prehispánico asociado al grupo lingüístico mam; se conoce el conjunto arqueológico en la parte oeste del pueblo con el nombre de Saquejoj, aunque no se puede apreciar mucho de este lugar en la actualidad. Pero en la montaña al oeste de la población está la evidencia de un asentamiento prehispánico llamado Tzalé, que aún muestra estructuras con base de piedra laja; testigos del esplendor postclásico.

Esta estructura muestra los muros de una habitación familiar, dentro del complejo defensivo de Tzalé, relacionado con el postclásico tardío, entre los años 1200 a 1500 después de Cristo.

Esta estructura muestra los muros de una habitación familiar, dentro del complejo defensivo de Tzalé, relacionado con el postclásico tardío, entre los años 1200 a 1500 después de Cristo.

Estructura prehispánica en el sitio de Tzalé, San Miguel Ixtahuacán. Se relaciona con el grupo mam del postclásico, entre los años 1200 a 1500 después de Cristo.

Estructura prehispánica en el sitio de Tzalé, San Miguel Ixtahuacán. Se relaciona con el grupo mam del postclásico, entre los años 1200 a 1500 después de Cristo.

Entre 1680 y 1690, Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, en su obra “Recordación florida”, dejó referencia: «Al pueblo de San Miguel Ystaguacán, que llaman Ystaguacán del Rey, a distinción de otro Ystaguacán de la jurisdicción de Güegüetenango, así desde la cabecera de Texutla, como de esta de Sipacapa… hay seis leguas de áspero y trabajoso camino, que se hace por cuestas pendientes y dilatadas y con un grande y poderoso río que se esguaza y que por su hinchamiento y pujanza en el invierno, suele este pueblo peligrar por su inmediata cercanía; pero este lugar de Ystaguacán, gozando de excelente y admirable planta, es favorecido de temple saludable que por templado entre uno y otro extremo, no es el calor ni el frío con excesivo grado”.

Fachada del templo de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos.

Fachada del templo de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos.

Como en todos los pueblos guatemaltecos, el templo católico es el punto de partida para la traza y la referencia para muchas actividades, por lo que Fuentes Y Guzmán describió: “La iglesia parroquial es de excelente fábrica, también de teja, como las otras de los pueblos… y esta se ve adornada de buen retablo y de muy pulidos colaterales. Su vecindad de cien indios tributarios produce cuatrocientos habitadores, que se ejercitan en la crianza de ganado menor y en buenas caleras que obtienen y que la cal que queman en sus hornos la trajinan a la Provincia de Soconusco, de donde fuera del rescate de cacao para abastecer a sus familias, les queda buena porción para vender a otros. Logran las suficientes cosechas de maíz a su sustento y provisión».

El volcán Cerro Quemado hizo erupción el 24 octubre de 1765, día de San Rafael; hubo un fuerte sismo que afectó la zona, por lo que el corregidor, don Francisco Antonio de Aldama y Guevara, envió a la Real Audiencia, con fecha 16 diciembre, un informe de la inspección ocular realizada, en el que indicó: «Istaguacán quedó con su iglesia de forma que da horror mirarla, aún siendo de moderna y fuerte fábrica. Se hicieron en ella pedazos dos retablos, y la iglesia del Calvario sin el nuevo artesón, que la cubría».

 

Detalle del campanario del templo de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos

Detalle del campanario del templo de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos

Sin embargo, el templo fue reconstruído y ha sobrevivido otros terremotos; en la actualidad aún podemos apreciar gran parte de esta arquitectura de origen hispano-guatemalteca; a la vecindad, la casa parroquial, muestra una interesante fachada que incluye un corredor alto que da hacia el parque central del pueblo.

 

Vista de la fachada de la casa parroquial de San Miguel Ixtahuacán

Vista de la fachada de la casa parroquial de San Miguel Ixtahuacán

Las dos estructuras siguen siendo la referencia de integración comunitaria, pues la arquitectura de remesa y otras innovaciones han transformado la composición visual del pueblo, quedando pocos elementos que aún muestran parte de las raíces.